Aunque $920 millones provinieron de un crédito con el Fondo Nacional del Ahorro, las críticas por incoherencia con su discurso político no se hicieron esperar.

Francia Márquez vuelve a estar en el centro del debate. Esta vez no por sus declaraciones, sino por una compra que ha generado cuestionamientos sobre el contraste entre su discurso social y su estilo de vida.

La vicepresidenta adquirió una propiedad campestre en Laguna Seca, un exclusivo conjunto residencial en las afueras de Cali, por un valor de $1.310 millones. El terreno, de 3.111 metros cuadrados, está ubicado en una de las zonas más apetecidas del sur del país.

Fue la misma Márquez quien confirmó que $920 millones del valor total fueron financiados mediante un préstamo con el Fondo Nacional del Ahorro, una entidad pública destinada a facilitar el acceso a vivienda para los ciudadanos. “Para mí y para la mayoría de colombianos, acceder a un crédito para tener una vivienda es un esfuerzo de todos los días. Yo lo hago con la frente en alto, sin hurtarle los recursos al Estado ni meterme con las mafias del narcotráfico”, dijo la vicepresidenta, en un intento por frenar la oleada de críticas.

Pero la respuesta no calmó los ánimos. En redes sociales, usuarios pusieron en duda la coherencia entre su vida personal y las banderas que enarbola como líder política. Recordaron que ya en el pasado había sido cuestionada por vivir en una casa finca en Dapa, otra zona de alto nivel adquisitivo, a la que solía llegar en helicóptero. En ese entonces, su respuesta fue tajante: “De malas”.

La controversia sigue creciendo en las plataformas digitales, donde frases como “vive mejor que los ricos que critica” se repiten con insistencia. La vicepresidenta no ha anunciado nuevas declaraciones, pero la compra de su nueva casa ya ocupa un lugar en el centro del debate nacional.