Cansados de los robos, los habitantes de Filadelphia encararon a un joven que habría hurtado un computador. Él, sin vergüenza alguna, no dio explicaciones y sigue libre.

En el barrio Filadelphia de Santa Marta los robos ya no sorprenden a nadie. Lo que sí sorprende es que todos saben quién es el ladrón… y aún así no pasa nada.

Se trata de un joven habitante del mismo barrio que tiene aburridos a los vecinos. Ya no respetan ni las terrazas ni los patios. El colmo fue hace pocas horas, cuando el personaje se metió a una casa y se llevó un computador como si fuera suyo.

Pero esta vez la comunidad no se quedó quieta. Varios fueron hasta su casa, convencidos de que él era el responsable. Y sí, allí estaba él, con su eterna cara de “yo no fui”, mirando a todos con una tranquilidad que desespera.

Mientras los vecinos pedían que por favor devolviera el computador —que además tenía información importante—, la mamá del joven salió en su defensa. En lugar de ayudar a solucionar el problema, lo metió a la casa y le pidió a todos que se retiraran. Como si nada.

La Policía también llegó. Pero sin pruebas claras, no hubo mucho que hacer. El joven sigue en su casa, no devolvió el computador y, lo más frustrante: ni se inmuta.

En Filadelphia todos lo conocen, todos lo señalan, pero él sigue libre, robando cerca y durmiendo tranquilo. Y los vecinos, cansados, ya no saben si cuidar sus cosas o mudarse.