Una luz de esperanza para Nelson Gabriel: tras la presión, su traslado podría hacerse realidad


Luego de la publicación del medio digital Entérate en Línea, el caso del pequeño Nelson Gabriel conmovió a cientos de personas y movilizó a autoridades como el senador Carlos Mario Farelo. Hoy, su familia comienza a ver una luz de esperanza.

La posibilidad de una solución real ha comenzado a tomar forma. Después de semanas de angustia y silencio institucional, el caso de Nelson Gabriel —el niño samario de cinco años que sufre un agresivo tumor renal— ha encontrado respuestas en corazones solidarios y voces con poder.

Su traslado urgente a un centro especializado podría concretarse en las próximas horas, luego de que la publicación de Entérate en Línea desatara una cadena de apoyo que le devolvió la esperanza a su familia.

Fue a partir del impacto de esta denuncia pública que la historia de Nelson dejó de ser una tragedia silenciosa para convertirse en un clamor colectivo.

Senador se compromete a garantizar traslado del niño

Las imágenes de un niño postrado, dopado por el dolor, preguntando con voz apagada por qué no lo curan, movilizaron a cientos de personas. Las llamadas no tardaron en llegar. Los mensajes tampoco. Uno de los que apareció con el compromiso de ayudar, gestionar y luchar por una solución fue el senador magdalenense Carlos Mario Farelo.

“No vamos a permitir que un niño de cinco años muera esperando un trámite. Este caso tiene que resolverse ya”, expresó el congresista, quien se comprometió públicamente a liderar la gestión nacional para garantizar que Nelson Gabriel reciba la atención especializada que necesita con urgencia.

A su voz se sumaron abogados, activistas de derechos humanos y ciudadanos del común que comenzaron a ofrecer ayuda legal, acompañamiento y hasta apoyo económico. La presión creció. Las instituciones, antes mudas parecen estar comenzando a reaccionar. Y por primera vez en más de un mes, la familia de Nelson habla de esperanza.

“Nos sentimos acompañados. No estamos solos. Ya nos dicen que su traslado podría hacerse pronto. Lo que hace unos días parecía imposible, hoy se está moviendo”, cuenta Nelson Colina, el padre del menor, con los ojos agotados, pero ahora brillando de ilusión.

Un drama que inició hace un mes

Desde el pasado 15 de marzo, Nelson Gabriel ha permanecido entre hospitalizaciones, altas médicas inexplicables, recaídas dolorosas y un calvario institucional que lo dejó atrapado en una cama del Hospital Julio Méndez Barreneche, donde no cuentan con las capacidades para tratar un caso oncológico pediátrico de esta magnitud.

La EPS, que había exigido una biopsia antes de autorizar la remisión, ha sido blanco de tutelas, incidentes de desacato y reclamos reiterados. Pero el tumor no esperó. Creció. Y con él, creció también la desesperación.

Hoy, aunque la situación sigue siendo crítica, hay una diferencia inmensa: la ciudad y el departamento lo sabe. La historia ha tocado fibras. La presión social ha hecho lo que la institucionalidad no quiso hacer por sí sola. Y el clamor se ha transformado en gestión.

“Como padre, no soporto un día más verlo sufrir así. Pero por primera vez en semanas siento que viene algo bueno, que mi hijo puede ser salvado”, dice Colina.

Nelson Gabriel aún no corre, aún no ríe como antes. Pero en medio de los medicamentos y los silencios del hospital, hoy hay un rumor distinto: el de la esperanza que empieza a caminar, gracias a una historia que no fue ignorada.

Porque a veces, contar una verdad a tiempo no solo incomoda. También puede salvar vidas.


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