Ni la policía ni testigos lo señalaron. Fue él mismo quien se encargó de dejar pruebas de su crimen. El ladrón robó el teléfono y, sin saberlo, envió su propia foto al dueño del dispositivo.

El ladrón creyó que había hecho el robo perfecto. Se llevó un celular de alta gama y, confiado, se tomó selfies con su pareja sin imaginar que esas mismas fotos llegarían automáticamente al dueño del dispositivo. En pocas horas, su rostro ya estaba en redes sociales, convirtiéndose en blanco de burlas y memes.

El descuido que lo delató

El robo fue rápido. En cuestión de segundos, el delincuente arrebató el teléfono a su víctima y escapó en moto. Pero lo que no sabía era que el celular tenía sincronización con la nube, lo que permitió que cada foto que se tomaba quedara almacenada en la cuenta del propietario.

Al revisar su galería, la víctima encontró las imágenes del ladrón posando sonriente junto a su novia. Sin perder tiempo, las publicó en redes sociales con un mensaje claro:

«Este sujeto, luego de quitarme el celular, fue donde su novia a presumirlo y se tomó unas fotos. Si alguien lo reconoce, ayúdeme a encontrarlo.»

Burla en redes y búsqueda en la vida real

Las imágenes no tardaron en viralizarse. Usuarios de redes sociales se rieron del descuido del ladrón, generando cientos de comentarios y memes sobre su torpeza.

«Por lo menos salió bien en la foto antes de que lo encuentren», ironizó un usuario.

Mientras el delincuente se volvía motivo de burla en internet, la víctima advertía que este sujeto podría estar cometiendo más robos en Barranquilla y Santa Marta. Ahora, más que recuperar el celular, su objetivo es que el ladrón no quede impune.