Petro designa a ‘Pinocho’ como delegado en mesa con Autodefensas


En medio de la ola de homicidios en Santa Marta y la crisis diplomática con EE. UU., el Gobierno nombró como representante de paz a Fredy Castillo, alta figura de las ACSN y solicitado en extradición por narcotráfico. También ratificaron a su hermano, alias ‘Muñeca’, quien tiene orden de captura del mismo país.

Santa Marta arde. A diario, las noticias de homicidios, enfrentamientos y extorsiones sacuden a una ciudad asediada por la guerra entre dos estructuras criminales: el Clan del Golfo y las Autodefensas Conquistadoras de la Sierra (ACSN). En medio de ese escenario sangriento, el Gobierno colombiano decidió reconocer como negociador en el proceso de paz total a uno de los hombres con más renombre en la Sierra Nevada: Fredy Castillo Carrillo, alias ‘Pinocho’, figura visible de los Conquistadores de la Sierra y solicitado en extradición por Estados Unidos.

La decisión, que fue oficializada en una resolución con fecha del 25 de junio, ha causado un terremoto político y judicial. Castillo Carrillo, desmovilizado del Bloque Tayrona de las AUC, ha sido señalado por la Policía como el responsable de homicidios selectivos, extorsiones y operaciones de narcotráfico desde la fachada de la organización criminal de la que busca ser vocero. Aunque se acogió a la Ley de Justicia y Paz, las autoridades aseguran que nunca dejó de delinquir.

Perfil de Pinocho 

Su prontuario es extenso. Fue extraditado a EE. UU. en 2008, pero regresó a Colombia en 2011. En 2022 fue capturado en España, pero un juez en Barranquilla ordenó su liberación un año después. En julio de 2023 fue emitida una orden para recapturarlo, aunque hasta ahora permanece libre en la Sierra. 

‘Pinocho’ no es el único con el sello del Gobierno en el proceso de paz. Su hermano, Carmen Evelio Castillo, alias ‘Muñeca’, también figura como representante de la organización en las negociaciones. Ambos están requeridos por la Corte del Distrito Este de Texas por tráfico de cocaína, según las autoridades norteamericanas.

La resolución se conoció justo en el momento más tenso de las relaciones diplomáticas entre Colombia y Estados Unidos. 

El llamado a consultas del embajador colombiano en Washington y del encargado de negocios de EE. UU. en Bogotá puso en evidencia una grieta en la cooperación bilateral, que ahora podría ensancharse con esta polémica decisión del Gobierno Petro.

Mientras tanto, desde la clandestinidad, las ACSN emitieron un comunicado en el que solicitaban una reunión con ‘Muñeca’ y su supuesto jefe político, César Becerra, el pasado 1 de julio en La Picota. No se ha confirmado si ese encuentro se realizó, pero en el mismo documento pidieron otra cita para el 8 de julio en las “montañas de la Sierra Nevada”, con el fin de establecer una “hoja de ruta”.

El silencio del Gobierno frente a estos llamados contrasta con la determinación mostrada al reconocer oficialmente a dos extraditables como voceros de paz. Todo esto ocurre mientras las balas siguen sonando en Santa Marta y el temor se apodera de comunidades enteras.

En medio del desconcierto, queda una pregunta sin respuesta: ¿hasta dónde está dispuesto a llegar el Gobierno por su apuesta de “paz total”? Porque para las víctimas, para los barrios sitiados y para las familias que lloran a sus muertos, la paz sigue siendo solo un papel.


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