Aunque los bomberos y servicios de emergencia llegaron rápidamente al lugar, el siniestro se propagó con rapidez, resultando en una tragedia que conmueve a la región.

Un vecindario de Riohacha se vio sumido en la desesperación y el dolor cuando un incendio arrasó con una vivienda, acabando con la vida de dos padres y dejando al pequeño hijo de la pareja con severas quemaduras. 

La familia, compuesta por una madre, un padre y su hijo de seis años, vivió sus últimos momentos entre las intensas llamas que consumieron rápidamente el inmueble, sin que se pudiera hacer mucho por salvarles.

Las victimas mortales fueron identificadas comoLeana Patricia Pitre Ruiz, oriunda del corregimiento La Punta de Los Remedios, en Dibulla, y Armando Cotes, ingeniero Industrial natural de Riohacha.

Alrededor de las 2:00 de la madrugada, el fuego se desató en la casa. Según testimonios de vecinos, las llamas se propagaron con rapidez, dificultando el acceso de los equipos de emergencia. Los bomberos, que llegaron rápidamente al lugar, lograron rescatar al niño, quien fue encontrado con quemaduras graves en gran parte de su cuerpo. Sin embargo, lamentablemente los padres del menor no pudieron sobrevivir a las heridas, y fueron encontrados sin vida en el interior de la vivienda.

El pequeño fue trasladado de inmediato a la clínica más cercana, donde, según fuentes oficiales, se le están brindando los primeros auxilios. 

Aunque su estado de salud es grave, hasta el momento se desconoce su evolución, ya que los médicos se encuentran evaluando el alcance de las quemaduras.

Las autoridades locales han iniciado una investigación para determinar las causas del incendio. Las pericias continuarán en las próximas horas, mientras que las autoridades han pedido a la comunidad extremar precauciones para evitar incidentes similares.

La tristeza y el dolor se sienten en cada rincón del vecindario, que ahora se une en la esperanza de que el pequeño reciba la atención necesaria para superar este difícil momento.

Este desgarrador acontecimiento deja una profunda herida en una ciudad que, como tantas otras, continúa luchando contra las adversidades del día a día.