Padre incendia sede de EPS porque no querían atender a su hijo


La EPS Cajacopi rechazó contundentemente el ataque perpetrado en su sede de Maicao, donde un hombre roció gasolina y prendió fuego tras inconformarse con la atención médica recibida por su hijo. El responsable podría enfrentar cargos por terrorismo y daño en bien ajeno.

Un dramático y alarmante hecho de violencia se vivió en la mañana de este jueves 29 de mayo en Maicao, La Guajira. Un hombre, en aparente estado de desesperación, ingresó a la sede de la EPS Cajacopi, roció gasolina en el área de atención al público y provocó un incendio que puso en riesgo la vida de trabajadores y usuarios.

El motivo detrás de esta peligrosa acción: una supuesta negligencia médica en la atención de su hijo menor de edad, quien presenta una afectación ocular severa.

Según testigos y autoridades, el hombre no estaba conforme con el manejo del caso por parte de la EPS, y decidió tomar justicia por mano propia, causando daños materiales y generando pánico en la sede médica.

La versión de la EPS

A través de un comunicado publicado en redes sociales, Cajacopi EPS expresó su rechazo total a las vías de hecho utilizadas por el padre del menor, calificando el incidente como un atentado que pudo tener consecuencias fatales.

«A las 7:55 a. m., en nuestra oficina de Maicao, ocurrió un atentado contra nuestra empresa y nuestros usuarios», informaron desde la entidad.

El gerente de Cajacopi, Roberto Solano, entregó detalles del caso clínico que originó la confrontación. Señaló que el menor, de aproximadamente 8 o 9 años, fue valorado en Riohacha, pero allí no se contaba con la capacidad médica adecuada para tratar una afectación delicada en la córnea. Por esa razón, se había programado un traslado hacia la ciudad de Barranquilla.

Sin embargo, explicó que el procedimiento no se pudo realizar de inmediato por bloqueos en las vías:

«Tenemos las carreteras bloqueadas, no se podía hacer ningún traslado y se programó una cita ambulatoria. El padre no estuvo conforme y procedió a actuar por vías de hecho, situación que es deplorable y rechazamos rotundamente», afirmó Solano.

Posibles cargos penales

Tras el atentado, el padre del menor fue detenido por las autoridades locales y podría enfrentar cargos por daño en bien ajeno y terrorismo, dada la gravedad de los hechos y el riesgo generado a las personas presentes en la sede.

Cajacopi enfatizó que, aunque comprende la angustia de un padre por la salud de su hijo, ninguna situación justifica poner en peligro vidas humanas ni atentar contra una institución de salud. La entidad reiteró su compromiso con la atención médica oportuna dentro de las limitaciones del contexto actual y exigió que se investigue a fondo el caso.

Reflexión institucional

El episodio encendió las alarmas sobre la tensión creciente entre usuarios y el sistema de salud, especialmente en zonas apartadas como La Guajira, donde la infraestructura y el acceso a servicios especializados siguen siendo limitados.

No obstante, la EPS indicó que la respuesta violenta solo agrava la situación y compromete la seguridad de quienes trabajan en brindar atención: “Rechazamos enérgicamente cualquier forma de violencia. Entendemos la preocupación, pero el diálogo y los canales institucionales son el único camino”, concluyó el comunicado.

Mientras el menor permanece hospitalizado y su traslado aún se coordina, su padre enfrentará ahora otro drama: el judicial, por una decisión desesperada que pudo haber terminado en tragedia.


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