No fue un concierto ni un clásico: el Pascual Guerrero albergó multitudinario evento de fe


No fue un clásico entre América y Cali, tampoco un concierto de reguetón, pero el estadio Pascual Guerrero vibró como pocas veces en su historia.

Miles de cristianos de Colombia y el mundo se dieron cita en Cali para el inicio de la Convención Internacional Por toda la tierra salió su voz, organizada por la Iglesia Pentecostal Unida de Colombia, en un evento que transformó el césped y las graderías en un escenario de fervor espiritual y unidad.

Desde temprano, familias completas y grupos de creyentes comenzaron a llegar al estadio, con rostros iluminados por la emoción de ser parte de este multitudinario encuentro.

Los cánticos y las oraciones se mezclaron con el ondear de banderas de diferentes países, creando una atmósfera mágica que dejó imágenes imborrables en los asistentes y testigos del evento.

Un mensaje de esperanza
El propósito de la convención es claro: fortalecer la fe y difundir un mensaje de unidad, esperanza y amor a través de predicaciones, momentos de reflexión y alabanzas colectivas. Durante la primera jornada, los asistentes vivieron una experiencia cargada de espiritualidad, mientras pastores y líderes compartían mensajes inspiradores y alentaban a los presentes a buscar la renovación de su fe.

Impacto en Cali
Más allá de lo espiritual, este evento ha tenido un impacto positivo en la economía local. La ocupación hotelera en Cali ha registrado un aumento significativo, mientras que restaurantes, comercios y servicios de transporte han experimentado un incremento en la demanda. Este impulso económico ha sido destacado por las autoridades locales, quienes han dispuesto medidas especiales para garantizar la seguridad y el bienestar de los asistentes durante el desarrollo de la convención, que continuará hasta el 6 de enero.

Una manifestación de fe sin fronteras
La presencia de creyentes de diversos países muestra la trascendencia de esta convención internacional, que ha convertido a Cali en epicentro de un evento que va más allá de las fronteras.

“Es un momento para reflexionar, para unirnos como hermanos y para compartir nuestra fe con el mundo”, expresó uno de los asistentes, emocionado por la magnitud del encuentro.

El estadio Pascual Guerrero, conocido por albergar grandes partidos y espectáculos, se vistió de luz y esperanza en una jornada que quedará en la memoria de quienes participaron.


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