Un joven de 24 años, tomó el control de un bus cuando notó que el conductor, visiblemente agotado, perdía el control del vehículo. Su rápida acción evitó un posible accidente.

Un viaje que parecía rutinario estuvo a punto de terminar en tragedia la noche del miércoles 4 de junio, cuando un conductor de la empresa de transporte Berlinave, que cubría la ruta Barranquilla – Santa Marta, sufrió un micro sueño mientras manejaba a la altura del kilómetro 19.

La situación fue detectada por Luis Fernando Orozco, un joven samario de 24 años, quien viajaba como pasajero. Al notar que el bus se desplazaba de forma errática, decidió acercarse a la cabina y encontró al conductor claramente agotado, con signos de somnolencia y pérdida de control del vehículo.

“Me acerqué y le dije que se levantara y descansara, que yo podía ayudar a terminar la ruta”, relató Orozco, quien aseguró tener experiencia previa en la conducción de buses, gracias a sus familiares dedicados al transporte.

Aunque el conductor inicialmente se negó, accedió ante la presión del joven y la preocupación del resto de pasajeros. Luis Fernando tomó el volante y completó el trayecto hasta Santa Marta sin incidentes, ganándose la gratitud de los pasajeros, quienes no dudaron en reconocer su valor. “Gracias a Dios y a ese joven llegamos vivos”, dijo uno de ellos al llegar al destino.

Sin embargo, el episodio también provocó una ola de críticas hacia la empresa transportadora, debido que uno de sus conductores en evidente estado de fatiga llevaba el mando de un bus lleno de pasajeros, poniendo en riesgo la vida de todos.

“Fue un acto valiente, sí, pero no debería haber ocurrido. El chofer nunca debió estar manejando en ese estado”, opinó otra usuaria, indignada por lo sucedido.

El nombre del conductor no ha sido revelado, pero los testimonios de los pasajeros y el relato del joven conductor improvisado dejan en claro que la negligencia pudo haber terminado en desastre. Esta vez, la tragedia fue evitada por la reacción oportuna de un pasajero.