La Fiscalía modificó la imputación contra el agresor tras la muerte de su cuñada, a quien atacó con un cuchillo delante de una menor. Ahora enfrenta cargos por feminicidio agravado y violencia intrafamiliar.

La tragedia que estremeció al municipio de Fundación, Magdalena, llegó a su punto más doloroso: Yurleidys Arrieta que fue brutalmente atacada por su cuñado murió tras 17 días de lucha por su vida.

El caso, que inicialmente fue tratado como tentativa de feminicidio, sumó un agravante judicial. La Fiscalía General de la Nación modificó la imputación a feminicidio agravado, sumando el delito de violencia intrafamiliar agravada.

Los hechos ocurrieron el 16 de mayo en el barrio Shaday. Andrés Alfonso Gutiérrez Orozco, de 26 años, llegó hasta la vivienda de su cuñada con una intención clara: obtener a la fuerza la ubicación de su expareja sentimental, hermana de la víctima. Ante la negativa de la mujer, que se negó a revelarle el paradero de su hermana, el hombre se transformó en un agresor despiadado.

La escena fue tan brutal como inadmisible. A cuchillo limpio, Gutiérrez Orozco la atacó repetidamente dentro de la vivienda, sin detenerse ni siquiera ante los llantos desesperados de la hija menor de la víctima, quien presenció todo. Según los reportes, la niña también habría sido golpeada en medio del violento episodio.

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La mujer luchó por su vida, pero falleció

Herida de gravedad, Yurleidys Arrieta fue trasladada a un hospital donde permaneció en estado crítico durante más de dos semanas. La esperanza de su recuperación se desvaneció, cuando los médicos confirmaron su deceso. Con la muerte de la víctima, el caso dejó de ser una tentativa: se convirtió en un feminicidio.

El agresor fue capturado por el CTI de la Fiscalía con apoyo de la Policía Nacional en las afueras de una clínica en Santa Marta, donde se encontraba internado por lesiones aún no esclarecidas.

Aunque las pruebas recolectadas por las autoridades son contundentes, Gutiérrez Orozco no aceptó los cargos.

El coronel Javier Duarte Reyes, comandante del Departamento de Policía Magdalena, calificó el hecho como repudiable y ratificó el compromiso institucional de combatir la violencia de género en todas sus formas. Por su parte, la menor que presenció el crimen está bajo atención especializada y se ha convertido en pieza clave dentro del proceso judicial.

La comunidad de Fundación está conmocionada. Vecinos y familiares de la víctima exigen justicia, y claman porque este crimen no quede impune.