Le dispararon por no dejarse robar: el drama de Luis Felipe, el joven mototaxista que lucha por su vida


Luis Felipe Pinilla Bustamante, de 19 años, fue baleado en la cabeza tras resistirse a un atraco en el barrio San Pedro Alejandrino. Se debate entre la vida y la muerte, mientras su familia clama por justicia y un milagro.

Los sueños, los esfuerzos diarios, las ganas de salir adelante… todo eso podría quedar truncado para Luis Felipe Pinilla Bustamante, un joven de 19 años que hoy lucha por su vida en una clínica de Santa Marta, luego de convertirse en una nueva víctima de la inseguridad que tiene acorralada a la ciudad.

Eran casi las 11 de la noche del martes 17 de junio. Luis Felipe iba en su motocicleta por el barrio San Pedro Alejandrino, como lo hacía cada día en su rutina entre domicilios, carreras de mototaxi y actividades de promoción de eventos picoteros. No está claro si iba a entregar un pedido o a recoger un pasajero. Lo único confirmado es que se detuvo unos segundos frente al edificio Divayu, y fue ahí cuando lo abordaron dos delincuentes armados.

Lo encañonaron. Querían su moto, su celular, el dinero, todo. Pero Luis Felipe, que sabía lo mucho que le había costado conseguir cada cosa, se resistió. Forcejeó. Se negó a entregar lo que con tanto sacrificio había conseguido. Esa decisión, instintiva, desesperada, fue respondida con un tiro directo a la cabeza.

El disparo lo desplomó en el acto. Vecinos que escucharon la detonación lo encontraron gravemente herido y lo trasladaron de inmediato a una clínica. Desde entonces, su estado es crítico. Los médicos han sido sinceros con su familia: solo un milagro puede salvarle la vida.

Luis Felipe no solo era un joven trabajador. En redes sociales, administra “El Rincón de la Música Adulta”, una página dedicada a promover eventos musicales y picoteros que se ha hecho popular entre los amantes del género en Santa Marta.

Las amistades y conocidos están consternados. Aseguran que Luis Felipe era un muchacho sano y trabajador que no merece estar pasando por esta situación.

Ahora, su vida pende de un hilo. La Policía aseguró estar realizando operativos en la ciudad para dar con los responsables, pero hasta ahora no hay capturas.

En su casa, una familia entera vive horas de angustia entre oraciones y lágrimas, esperando que Luis Felipe tenga la fuerza suficiente para sobrevivir.

Este hecho se suma a una larga lista de ataques violentos en medio de atracos en Santa Marta. La ciudad, una vez más, queda marcada por el miedo, la rabia y la impotencia de ver cómo la vida de un joven con futuro puede desvanecerse por culpa de la delincuencia.


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