
La historia trágica de emprendedora colombiana que murió sola en un congelador en Guatemala
Su hermana revive los últimos meses de su hermana Nyny, una emprendedora colombiana hallada sin vida en un congelador en Guatemala. La familia clama por justicia mientras la investigación avanza con lentitud.
Nyny Jhoanna Montaña Rodríguez tenía 31 años y una mente que no descansaba. Para ella, cada obstáculo era un reto, cada idea una posibilidad. “Siempre tenía algo nuevo en mente. Creía que todo podía transformarse en un proyecto”, dice su hermana Tatiana Montaña, quien aún no asimila lo ocurrido.
El pasado 28 de mayo, el cuerpo de Nyny fue encontrado dentro de un congelador en Panajachel, Guatemala. Desde entonces, su muerte ha sido un misterio sin resolver. Nadie en su familia imaginó que el viaje que inició con esperanza terminaría en una tragedia que hoy los tiene en vilo.
Nyny creció en San Eduardo, Boyacá. Se mudó a Bogotá con su hermana a los 16 años, terminó el bachillerato y estudió salud dental. Luego, tras casarse y tener una hija, decidió buscar una nueva vida en Guatemala. “Se fue con su esposo para empezar desde cero. Quería darle un futuro mejor a su hija”, cuenta Tatiana.
En tierras guatemaltecas comenzó vendiendo ropa usada, lo que allá llaman “la paca”. Vivió primero en San Luis de Tolimán y luego en Panajachel. A pesar de las dificultades económicas, de perder sus tiendas y terminar su matrimonio, Nyny no dejó de soñar.
“Era una mujer que se levantaba después de cada caída. Nunca se rendía”, recuerda su hermana.
En mayo de 2025, pocos días antes de su muerte, Nyny llamó a Tatiana para felicitarla por su cumpleaños. Parecía animada. Tenía planes. Quería seguir emprendiendo. Esa fue la última vez que hablaron.
Luego vino el silencio. Y después, la noticia: su cuerpo fue hallado sin vida dentro de un congelador. La policía aún no entrega explicaciones claras. Nadie sabe qué ocurrió. “No sabemos si la asesinaron, si estaba sola, si alguien abusó de su situación. Solo queremos respuestas”, dice Tatiana con voz firme.
La investigación avanza con lentitud. La familia, mientras tanto, enfrenta el duelo y la incertidumbre. La repatriación del cuerpo sigue en trámite y cada día sin respuestas agrava el dolor. “Mi hermana tenía una hija, tenía metas. No merecía un final así. Merece justicia”, afirma Tatiana.
“Nyny era luz, era fuerza”, dice Tatiana. “Queremos que el mundo escuche su historia. Que no sea una más olvidada. Y que, por ella, otras mujeres encuentren protección cuando más lo necesiten”.
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