Los detenidos serían responsables de la distribución de estupefacientes y armas entre la organización.

La guerra entre bandas en el sur de Santa Marta ya había cobrado suficientes vidas. Cuatro muertos y cinco heridos fue el saldo sangriento de una disputa criminal que sembró el miedo en barrios como El Pando y María Eugenia. La pelea: territorio, microtráfico y poder entre las Autodefensas Conquistadores de la Sierra (ACSN) y el Clan del Golfo.

El alcalde Carlos Pinedo Cuello pidió acción inmediata. Así dio inició la operación “Apolo VIII”, una ofensiva contundente liderada por la Policía Metropolitana en conjunto con el Ejército, el CTI de la Fiscalía y cuerpos de inteligencia. El objetivo: golpear a los responsables del caos.

Y lo lograron. Cinco presuntos miembros de las ACSN cayeron en flagrancia. Uno de ellos, alias “Fresa”, extranjero y señalado como uno de los mayores distribuidores de droga en Santa Marta. Tenía dos años moviendo estupefacientes para financiar a su grupo las Autodefensas Conquistadores de la Sierra. En los operativos les decomisaron armas de fuego, municiones y dos kilos de droga.

Los capturados fueron: José Ortega; Ferney Herrera; Fredy Altamar; Ingrid Bermúdez y Carlos Jimenez.

La Policía fue clara: los capturados ocultaban armas usadas en asesinatos y manejaban puntos clave del microtráfico en la ciudad. La organización criminal los había convertido en piezas fundamentales de su estructura.

Por otra lado, en un movimiento que parece más un mensaje de poder y advertencia, las mismas ACSN entregaron a tres hombres que, según ellos, son del Clan del Golfo y los responsables de los homicidios recientes. Un intento de desviar culpas o de marcar territorio. En cualquier caso, el conflicto sigue encendido.

“Seguiremos atacando estas estructuras con toda la fuerza de la ley”, afirmó el coronel Jaime Hernán Ríos Puerto, comandante de la Policía Metropolitana, tras confirmar las capturas y los decomisos.

Los detenidos ya están en manos de la justicia.