
Entre el derecho a la defensa y el temor a más violencia: el debate por el porte de armas en Colombia
Con 17 votos a favor y 6 en contra, la Comisión Primera de la Cámara dio el primer paso para permitir nuevamente el porte de armas en Colombia. La iniciativa propone simplificar los trámites de renovación y eliminar la restricción vigente.
La sala de sesiones de la Comisión Primera de la Cámara de Representantes estaba cargada de tensión. Mientras algunos congresistas defendían la necesidad de que los ciudadanos puedan protegerse con armas de fuego, otros advertían sobre el riesgo de un país más violento. En medio de este pulso político, con 17 votos a favor y 6 en contra, se aprobó el proyecto de ley que busca eliminar la suspensión vigente del porte de armas y simplificar su renovación.
La iniciativa, liderada por el representante conservador Juan Carlos Wills, reabre un debate que ha dividido al país durante años. Actualmente, el porte de armas en Colombia está restringido por un decreto presidencial que se ha venido renovando cada año, con vigencia hasta el 31 de diciembre de 2024. Wills argumenta que esta medida ha dejado en la indefensión a quienes poseen armas con permisos legales.
“Quienes tienen un permiso de porte no pueden hacer uso de sus armas. Hoy deben guardarlas en una caja fuerte o una gaveta porque el decreto presidencial les impide llevarlas consigo”, sostuvo el parlamentario.
El congresista también enfatizó que la mayoría de los delitos en el país se cometen con armas ilegales. Según su argumento, permitir el porte de armas a quienes ya tienen licencias evitaría que ciudadanos vulnerables queden desprotegidos.
Sin embargo, del otro lado de la balanza, están quienes advierten sobre los riesgos de esta flexibilización. “No podemos abrir la puerta a más armas en las calles cuando el país aún lucha contra la violencia. Esto podría agravar los índices de homicidios y conflictos entre civiles”, expresó un congresista opositor durante la sesión.
Los requisitos y el cambio en las reglas
Actualmente, para obtener un permiso especial de porte de armas en Colombia se deben cumplir estrictos requisitos, como no tener antecedentes judiciales, justificar la necesidad de portarla por seguridad personal y pasar exámenes psicológicos. Con la nueva propuesta, estos filtros se flexibilizarían, lo que, según sus promotores, agilizaría el acceso al porte legal de armas sin comprometer la seguridad pública.
Bajo la regulación actual, solo pueden portar armas en Colombia miembros de la Fuerza Pública, empresas de seguridad privada y ciudadanos con permisos especiales otorgados por el Ejército Nacional. La nueva iniciativa busca ampliar esta posibilidad a más civiles, siempre bajo control del Estado.
¿Hacia una sociedad más armada?
El debate apenas comienza. Aunque el proyecto ha superado su primer gran obstáculo en la Cámara, todavía debe enfrentar su discusión en el Senado. Entre tanto, el país se pregunta si este cambio en la legislación traerá más seguridad o, por el contrario, abrirá la puerta a un incremento en la violencia armada.
Mientras en el Congreso se defiende la propuesta con la bandera del derecho a la defensa, en las calles persiste la incertidumbre. ¿Será esta la solución para la seguridad ciudadana o el inicio de un problema mayor?
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