Dos líderes sociales fueron asesinados a tiros y lanzados en una trocha de Pivijay


Sus comunidades lamentan la pérdida y piden respuestas ante el recrudecimiento de la violencia.

Los corregimientos de Medialuna y Piñuelas, en jurisdicción de Pivijay, Magdalena, amanecieron este lunes con una noticia que sacudió a sus habitantes: Clara Arévalo Ternera y Clemente Rosellón Cuevas, dos líderes sociales, fueron asesinados en un ataque armado mientras se desplazaban por un tramo solitario de la vía que conecta ambas poblaciones.

Las autoridades confirmaron que se trató de un atentado con arma de fuego perpetrado en horas de la mañana, aunque hasta el momento no se han esclarecido los detalles del hecho ni se conocen los responsables o móviles del crimen.

Las víctimas eran personas ampliamente reconocidas en sus comunidades. Clara, oriunda de Medialuna, era apreciada por su participación en actividades sociales y comunitarias. Quienes la conocieron destacan su disposición a colaborar, su actitud servicial y su compromiso con el bienestar colectivo.

Su muerte ha sido recibida con consternación por vecinos que aún no comprenden cómo la violencia alcanzó a alguien tan querida.

En Piñuelas, la noticia del fallecimiento de Clemente Rosellón también generó una profunda conmoción. Campesino de toda la vida, era descrito como un trabajador dedicado y hombre de familia. Su vida transcurría entre el trabajo en el campo y los lazos con su comunidad, donde era visto como un referente de esfuerzo y honestidad.

Los cuerpos fueron hallados en la vía rural entre ambos corregimientos. Según la información preliminar, Clara y Clemente se movilizaban juntos cuando fueron atacados. Aunque no hay indicios concretos sobre el motivo, las autoridades adelantan las investigaciones correspondientes.

Las familias de las víctimas se preparan para los sepelios, mientras esperan que las autoridades respondan con prontitud y justicia. “No eran personas problemáticas, eran líderes de sus pueblos. Esto no puede quedar impune”, expresó un habitante de la zona que prefirió mantener el anonimato.

El hecho ha encendido nuevamente las alarmas sobre la inseguridad en las zonas rurales del Magdalena, donde se ha reportado un aumento de hechos violentos en los últimos meses. Tanto Medialuna como Piñuelas piden mayor presencia institucional, garantías de protección y atención integral para evitar que nuevas tragedias sigan enlutando al campo.


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