
Clínica La Milagrosa entregó recién nacido al ICBF por señales de alerta que detectó en su madre
Sarith Suárez y su madre, Adalgisa Guerra, llevan dos semanas exigiendo la entrega del bebé que aseguran les fue arrebatado sin sustento médico. La historia llegó hasta el Concejo Distrital y, ahora, la clínica y la Secretaría de Salud justificaron lo ocurrido. Pero Noa, el niño, sigue lejos de casa.
Lo que comenzó como un parto normal el pasado 31 de mayo en la Clínica La Milagrosa, en Santa Marta, terminó en una lucha legal y emocional. Sarith Suárez, de 18 años, dio a luz a su hijo Noa, pero, a pesar de que pidió el alta voluntaria, nunca le permitieron llevárselo consigo. Desde entonces, no ha podido tenerlo nuevamente en brazos.
La madre asegura que su inconformidad con la atención clínica fue el inicio del conflicto. “Me dieron una habitación en mal estado, me sentí ignorada, y por eso quise salir. Pero cuando dije que me iba, me dijeron que el niño no salía conmigo”, contó.
La familia pensó que al pasar los días y cumplirse los protocolos médicos podrían llevarse al niño. Pero ocurrió todo lo contrario: el bebé fue ingresado a la UCI neonatal por ictericia y posteriormente trasladado a un hogar sustituto del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF).
Un proceso sin diagnósticos claros
Según la familia, la clínica y las instituciones han construido un argumento alrededor de la supuesta inestabilidad emocional de Sarith, pero sin presentar exámenes, diagnósticos ni valoraciones formales.
“La clínica dijo que tenía alertas mentales, pero a mi hija nunca la vio un psiquiatra ni hubo un diagnóstico oficial. ¿Entonces cómo deciden que no puede estar con su bebé?”, cuestiona Adalgisa, la abuela del niño.
La Defensoría de Familia del ICBF argumentó que, tras una visita al entorno familiar, se detectaron comportamientos disruptivos y una red de apoyo poco clara. Por eso, determinaron que el bebé debía quedar en custodia provisional de un hogar sustituto, mientras se esclarecen las condiciones de su entorno.
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El caso llegó al Concejo Distrital
Ante la falta de respuestas, la familia decidió acudir al Concejo Distrital. Durante una sesión reciente, Adalgisa Guerra expuso públicamente la situación. “Nos han negado los primeros días del niño. Solo queremos que regrese con su madre. No somos una amenaza, somos su familia”, dijo.
El concejal Wiston Vargas respaldó la solicitud: “Exigimos una explicación clara y legal. No se puede separar a una madre de su hijo sin un sustento médico o judicial. Queremos saber qué está pasando”.
Clínica y Secretaría de Salud justifican el procedimiento
La Clínica La Milagrosa emitió un comunicado en el que afirmó que tanto la madre como el bebé fueron atendidos bajo protocolos estrictos. Aseguraron que, tras detectar “señales de alerta” en la condición de la madre, dieron aviso al ICBF para proteger los derechos del recién nacido.
Por su parte, el secretario de Salud del Distrito, Jorge Lastra, explicó que, aunque el alta fue solicitada voluntariamente el 4 de junio, los médicos desaconsejaron que Sarith abandonara la clínica por considerar que no estaba en condiciones para tomar decisiones por sí sola.
“Estamos monitoreando el caso con equipos especializados en salud mental y trabajando con la EPS para garantizar la evaluación integral de la madre. El objetivo es que, si se demuestra que está apta, el bebé sea regresado a su entorno familiar lo antes posible”, declaró Lastra.
Una espera que se alarga, mientras Noa permanece lejos
La familia ha ofrecido que los abuelos maternos asuman temporalmente el cuidado del menor mientras se resuelve el proceso. Aun así, aseguran no haber recibido respuesta oficial.
Para Sarith, cada día sin su hijo es una carga insoportable. “Lo parí, lo esperé con ilusión, y ahora ni siquiera me dejan verlo. ¿Cómo pueden decir que no soy capaz de cuidarlo, si nunca me han dejado intentarlo?”, dijo.
El caso sigue abierto, sin una resolución definitiva. El bebé sigue en custodia del ICBF. Y su madre, sin respuestas, solo insiste: “Noa es mi hijo. No soy un riesgo para él. Quiero tenerlo conmigo. Eso es todo”.
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