El vehículo repartidor de agua que mató a la menor en Santa Marta circulaba en total ilegalidad. Familia exige justicia y autoridades investigan.

La muerte de Luciana Labarcés Castro, de 13 años, ha despertado una ola de indignación en Santa Marta. No solo por la tragedia de una menor atropellada en plena vía urbana, sino porque ahora se conoció que el vehículo involucrado —un camión cisterna de placas UGA 884— circulaba sin los documentos básicos que exige la ley.

De acuerdo con el reporte de las autoridades, el camión no tenía vigente ni el Seguro Obligatorio de Accidentes de Tránsito (Soat) ni la revisión técnico-mecánica. A esto se suma un dato aún más alarmante: el conductor que iba al volante sería un ciudadano venezolano que, según denuncia de la familia, no contaba con licencia de conducción.

Una cadena de irresponsabilidades

La situación fue confirmada por Jader Labarcés, padre de la menor fallecida. En medio del dolor, señaló que el conductor “según me enteré no tenía permiso para manejar”.

El vehículo fue inmovilizado el martes y trasladado a un parqueadero oficial mientras avanzan las investigaciones. La Secretaría de Movilidad de Santa Marta, junto con la Fiscalía, busca establecer responsabilidades penales y administrativas.

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Los dueños del vehículo, dispuestos a colaborar

A pesar de las irregularidades, los dueños del camión han mostrado disposición para colaborar.

Según contó el propio padre de Luciana, se presentaron en la clínica Bahía —donde la menor fue ingresada en estado crítico antes de fallecer— y manifestaron su apoyo a la familia.

“Valoramos el gesto, pero eso no cambia lo ocurrido”, dijo Jader Labarcés.

“Mi niña salió en bicicleta con un amigo a comprar un boli, como cualquier tarde, y terminó muerta. Todavía creo que es mentira”, señaló el papá.

Lo que se sabe del caso

Luciana fue impactada por el camión en la avenida del Río, a la altura del parque Taminaka, cuando iba en bicicleta. El accidente ocurrió alrededor de las 7:00 p.m. del lunes. Ella sufrió heridas graves y fue llevada a la Unidad de Cuidados Intensivos de la clínica Bahía, donde falleció horas más tarde. Su acompañante, otro menor, resultó ileso.

Las autoridades mantienen la investigación abierta. El conductor podría enfrentar cargos por homicidio culposo, además de las sanciones correspondientes por las múltiples irregularidades del vehículo.

Mientras la familia Labarcés Castro llora la pérdida de su hija menor, la comunidad de Taminaka y sectores cercanos se pregunta cómo es posible que un camión en esas condiciones siguiera circulando por la ciudad.