La menor fue embestida mientras montaba bicicleta en el barrio Taminaka. Pese a los esfuerzos médicos, falleció horas después. Su madre, Leydis Castro, exige justicia por la pérdida de su única hija.

El dolor de Leydis Cecilia Castro Franco no se puede dimensionar. La noche del lunes festivo se convirtió en la más oscura de su vida, luego de que su hija menor —una niña de apenas 13 años— muriera tras ser arrollada por un camión cisterna en el barrio Taminaka de Santa Marta.

Todo ocurrió en cuestión de segundos. La menor de nombre Luciana Labarcé Castro jugaba en su bicicleta, como lo había hecho tantas veces antes, cuando fue embestida por el vehículo que repartía agua y transitaba por la avenida del Río, a la altura del parque del barrio. La adolescente no tuvo tiempo de reaccionar y el impacto fue brutal.

De inmediato, vecinos y familiares intentaron auxiliarla. La llevaron con urgencia a un centro médico, donde durante varias horas se luchó por su vida. Pero las heridas eran demasiado graves. La niña murió al finalizar la noche, dejando un vacío irreparable en su familia y una comunidad estremecida por la tragedia.

Leydis, su madre, no encuentra consuelo. Luciana era su única hija, la menor de dos hermanos, una adolescente cariñosa, sociable, llena de planes y con toda una vida por delante. Hoy solo queda el silencio, el dolor y una pregunta sin respuesta: ¿por qué?

Las autoridades han iniciado una investigación para determinar las responsabilidades en el accidente. Sin embargo, para Leydis y su familia, ningún resultado judicial podrá reparar la pérdida. La imagen de su hija pedaleando con alegría en su bicicleta será ahora un recuerdo que dolerá cada día.