
Balance de intervención a la Essmar: Siete gerentes y ninguna solución a crisis de agua y alcantarillado
La entidad sigue moviéndose bajo intereses políticos, mientras tantos su crisis económica, administrativa y operativa se recrudece acercándose cada vez más a su liquidación. Todo esto sucede al tiempo que la ciudad sigue sufriendo por falta de agua y una emergencia sanitaria sin precedentes.
La Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta (Essmar) vive una nueva transición. Por séptima ocasión, bajo la intervención de la Superintendencia de Servicios Públicos, la entidad cambia de gerente, un movimiento que deja a la ciudad sumida en la incertidumbre sobre el futuro de sus problemáticos servicios de agua potable y alcantarillado.
Esta vez, Isis Navarro, quien se desempeñó como agente especial durante 120 días, se despide del cargo tras haber generado expectativas de cambio que quedaron inconclusas.
La imagen que deja la Essmar ante los usuarios sigue siendo la misma. Una entidad que funciona con deficiencias y que no ha conseguido recuperarse de su crisis económica ni financiera y que va rumbo a su liquidación.
Mientras tanto la ciudad sigue sumida en su problema histórico de desabastecimiento de agua y enfrenta una crisis de su sistema de alcantarillado sin precedentes.

Un liderazgo breve pero visible
Durante su breve gestión, Isis Navarro destacó por un enfoque cercano a los usuarios. Su estilo de trabajo incluyó visitas frecuentes a las comunidades para escuchar sus necesidades, especialmente en sectores con graves problemas de acceso al agua.
“Por primera vez, sentimos que alguien de Essmar nos escuchaba de verdad”, comentó Fabiola López, líder comunitaria del barrio María Eugenia. Sin embargo, pese a su carisma y compromiso, la salida de Navarro se dio apenas horas después de haber presentado un plan de contingencia para afrontar el aumento en la demanda de servicios por la llegada de turistas durante las vacaciones.
En un video publicado en redes sociales, Navarro agradeció a su equipo de trabajo y a las comunidades, sin mencionar las razones específicas de su salida.
Su mensaje generó especulaciones sobre su futuro político, ya que su renuncia coincidió con la fecha límite para quedar habilitada como candidata a la Cámara de Representantes por el partido Colombia Humana.
“Otros caminos nos esperan. Esperemos que sean para mucho éxito. Quiero agradecerle a las comunidades que nos recibieron a los empleados de la Essmar con los que hicimos un trabajo en equipo incansable, pero la vida nos dice que nos lleva hacia otros rumbos”, dijo Navarro.
Una empresa en crisis
La situación de Essmar es compleja. Con un déficit financiero acumulado desde su intervención en el gobierno de Iván Duque, la empresa no ha logrado estabilizar sus operaciones.
“Recaudamos lo suficiente para mantener la operación diaria, pero no para realizar inversiones significativas en infraestructura”, declaró Navarro en una de sus últimas intervenciones públicas.
La falta de inversión se refleja en el déficit del acueducto para abastecer a una ciudad en crecimiento y el estado crítico del sistema sanitario, con alcantarillas rebosadas y calles inundadas en varios sectores de la ciudad.
La intervención de Essmar, originalmente diseñada para garantizar la prestación adecuada de los servicios, se ha prolongado por años sin resultados claros.
El presidente Gustavo Petro, quien durante su campaña prometió devolver la empresa a la administración local, no ha cumplido este compromiso. En lugar de ello, la gestión de Essmar ha seguido bajo la Superintendencia, con constantes cambios en su liderazgo que generan inestabilidad y caos administrativo.

Un nuevo comienzo con Erney Velásquez
El reemplazo de Navarro, Erney Alfonso Velásquez Torres, llega con un perfil técnico y una trayectoria en administración pública. Economista de la Universidad Nacional con especialización en Derecho Público, Velásquez Torres no tiene vínculos políticos con los grupos políticos locales.
“Esperamos que se concentre en resolver los problemas y no en agendas políticas”, señaló Alberto Rodríguez, lider del barrio San Jorge.
Velásquez enfrenta un panorama difícil. Por un lado, debe abordar la urgente necesidad de mejorar la distribución de agua potable y el sistema de alcantarillado, y por otro, trabajar con una empresa financieramente debilitada.
Su nombramiento representa una nueva posibilidad de ideas y gestión para los habitantes de Santa Marta, quienes, sin embargo, expresan escepticismo ante la falta de avances concretos en años.
Testimonios de una ciudad en espera
En barrios como Pescaíto y Ciudadela 29 de Julio, los habitantes relatan su frustración con el servicio. “Llevamos semanas sin agua y cada vez que llueve, las alcantarillas colapsan. No importa quién esté al mando, los problemas siguen igual”, afirma Ana Gómez, una residente afectada.
Mientras tanto, comerciantes del centro histórico temen que la falta de un sistema sanitario funcional ahuyente a los turistas, afectando la economía local.
La salida de Navarro y la llegada de Velásquez representan otro capítulo en la historia de Essmar, una empresa cuyo futuro sigue siendo incierto.
La esperanza de los samarios recae ahora en un nuevo gerente que sin conocer la ciudad tendrá que enfrentarse a retos titánicos para devolver la confianza en los servicios públicos de la ciudad. ¿Será Velásquez la persona que logre estabilizar Essmar o solo será otro nombre en la larga lista de intentos fallidos?
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