José Daniel Pedraza y Henry Ospina fueron atacados en Río de Oro, Cesar, mientras cumplían su turno en un puesto de control. Sus familias los esperaban con ilusión: estaban a pocos días de salir a permiso.

En el municipio de Río de Oro, Cesar, dos jóvenes policías fueron asesinados mientras prestaban servicio en un punto de control sobre una vía nacional.

Se trata de José Daniel Pedraza González, de 34 años, y Henry Ospina Lasso, de 20, quienes fueron atacados con armas de fuego en circunstancias que aún son materia de investigación.

Señalan las autoridades que hombres armados llegaron y dispararon contra la estación impactando las humanidades de ambos uniformados.

(lea también: ¿Se acerca el fin del sida? Estados Unidos aprueba inyección semestral para prevenir el VIH).

Ambos estaban a pocos días de reencontrarse con sus familias. Sus permisos estaban cerca y sus seres queridos ya se preparaban para recibirlos en casa. Hoy, en cambio, enfrentan un duelo devastador.

Compañeros de los uniformados también expresaron su tristeza. “Conmueve mucho su partida. Eran jóvenes y buenas personas que le servían a su comunidad”, dijo uno de sus colegas.

Los dos policías compartían turno, amistad y el mismo sueño: crecer dentro de la institución y ofrecerles un mejor futuro a sus hijos. Ambos eran padres y veían en su vocación una forma de construir país desde el servicio.

Las autoridades ya adelantan las investigaciones para esclarecer quiénes están detrás del ataque.