Alcalde Pinedo entrega puente peatonal esperado por más de 20 años en Gaira


Durante décadas, los habitantes del barrio Villa Leidy pidieron un puente que les garantizara acceso seguro. Este domingo, ese anhelo se hizo realidad con la entrega oficial de la obra por parte del alcalde Carlos Pinedo Cuello, beneficiando a más de 1.200 personas.

En Villa Leidy, la tarde del domingo no fue una más. Las calles de este sector de Gaira se llenaron de aplausos, risas y emoción. Para algunos, era solo un puente. Para esta comunidad, era el fin de una larga travesía de abandono.

Durante más de veinte años, las casi noventa familias del barrio pidieron una solución para cruzar con seguridad el afluente que, en cada temporada de lluvias, se convertía en una amenaza. La única opción que tenían era improvisar pasos de madera y puentes artesanales que terminaban siendo un peligro más que una ayuda.

La historia cambió este fin de semana, cuando el alcalde de Santa Marta, Carlos Pinedo Cuello, llegó personalmente a entregar la obra: un puente peatonal digno, resistente y seguro, que desde ya mejora la movilidad y transforma la vida de más de 1.200 personas.

“No es una obra más. Es la solución a un problema que por años expuso a esta comunidad a todo tipo de riesgos. Las pequeñas obras, bien hechas, pueden cambiarlo todo”, expresó el mandatario en medio de la ovación de los asistentes.

Detalles de la obra

La estructura fue construida con una inversión cercana a los 960 millones de pesos, ejecutada a través de la Empresa de Desarrollo Urbano de Santa Marta (EDUS) y la Gerencia de Infraestructura. La ejecución no fue fácil. Hubo dificultades técnicas, demoras y ajustes, pero al final, el compromiso de la administración distrital logró que el puente fuera una realidad.

Para los líderes comunitarios, como Daniel Ojeda, fundador del barrio, y Gloria Gómez, presidenta de la Junta de Acción Comunal, esta entrega representa mucho más que cemento y acero. “Nos sentimos escuchados. Hoy se nos devuelve la esperanza y la tranquilidad”, dijo doña Gloria, visiblemente conmovida.

El nuevo puente conecta a los vecinos con facilidad hacia otros sectores, les permite acceder con mayor seguridad a las playas cercanas, y elimina el temor de quedar aislados durante la temporada de lluvias.

“Esto es dignidad”, afirmó Jorge Flórez, un residente con siete años en el barrio.

“Ahora los niños pueden ir a la escuela sin mojarse los pies, los ancianos pueden pasar sin miedo y las familias ya no estarán incomunicadas cuando llueve”.

Obras como esta, aunque pequeñas en magnitud, tienen un impacto profundo. La administración de Carlos Pinedo lo sabe y por eso insiste en que la transformación de Santa Marta comienza por lo básico, por lo que la gente ha pedido durante años.

Y así, entre abrazos, agradecimientos y el cruce simbólico de los primeros vecinos sobre el nuevo puente, Villa Leidy vivió su propia celebración. No hubo fuegos artificiales ni tarimas, pero sí algo más importante: el reconocimiento a una comunidad que nunca dejó de insistir y a una administración que, esta vez, sí cumplió.


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