Con un panorama político polarizado, ambos líderes concluyen su primer año con avances, retos pendientes y ataques mutuos que marcaron su relación.

El primer año de los mandatos de Carlos Pinedo Cuello como alcalde de Santa Marta y Rafael Martínez como gobernador del Magdalena estuvo marcado por la distancia política y los ataques mutuos. 

Cómo era de esperarse el inicio de sus periodos, ambos líderes mantuvieron una relación tensa, especialmente evidente durante el primer semestre del año, cuando aprovecharon cada oportunidad para lanzarse críticas públicas.

Un cambio en el panorama político de Santa Marta

Carlos Pinedo Cuello, en su primer año de gestión, destacó por haber puesto fin a los 12 años de predominio político de Fuerza Ciudadana en Santa Marta. 

Este logro, alcanzado en los despachos judiciales, marcó un cambio significativo en el panorama político de la ciudad, desbancando al movimiento liderado por Carlos Caicedo. Sin embargo, el llamado «caicedismo» mantuvo su hegemonía en el Magdalena con Rafael Martínez, quien completó el segundo periodo consecutivo del movimiento en la gobernación.

Estilos de gobierno distintos

En términos de gestión, las diferencias entre ambos líderes fueron evidentes. Rafael Martínez se enfocó en recorrer los municipios del departamento especialmente durante los últimos meses, buscando fortalecer su presencia en las zonas rurales. 

Entre sus logros destaca la entrega de la vía al estadio Sierra Nevada, la inauguración de un laboratorio y la supervisión de obras en zonas rurales del Magdalena.

Por su parte, Carlos Pinedo Cuello implementó la estrategia “Alcaldía al barrio”, que lo llevó a escuchar de cerca a las comunidades de las diferentes localidades de Santa Marta. Aunque en términos de obras físicas aún no se reportan entregas importantes, Pinedo anunció varios proyectos que planea ejecutar a partir del próximo año, buscando mejorar la infraestructura y los servicios en la ciudad.

Una relación marcada por el conflicto

El distanciamiento entre Pinedo y Martínez reflejó las profundas diferencias políticas que los separan. Mientras el gobernador defendía la continuidad del modelo de Fuerza Ciudadana en el departamento, el alcalde buscaba consolidar una nueva narrativa política en Santa Marta. 

Las constantes críticas entre ambos no solo evidenciaron la falta de coordinación, sino que también dificultaron la articulación de esfuerzos conjuntos en beneficio de los ciudadanos.

Con un primer año de gestión marcado por las diferencias y los retos políticos, tanto Carlos Pinedo Cuello como Rafael Martínez enfrentan ahora el desafío de consolidar sus administraciones en medio de un clima político polarizado y las expectativas de las comunidades que esperan resultados concretos.