
Santa Marta bajo aguas residuales en plena temporada turística: Alcaldía exige plan de emergencia a Essmar
En varios sectores emblemáticos de la ciudad, los rebosamientos de aguas residuales han generado una emergencia sanitaria en plena temporada alta. La Essmar, intervenida desde 2021, no ha logrado contener la crisis y la Alcaldía Distrital elevó su voz exigiendo medidas urgentes y definitivas.
En lugar de los aromas del mar, el Centro Histórico de Santa Marta huele a aguas residuales. En plena temporada turística y con la celebración de los 500 años en marcha, la ciudad enfrenta una nueva crisis sanitaria que amenaza la salud pública, el ambiente y la imagen del destino.
La calle 22 entre carreras Primera y Cuarta, la calle 23 con Primera, el Mercado Público y Pescaito son solo algunos de los sectores que llevan días literalmente inundados por aguas residuales. El sistema de alcantarillado colapsó nuevamente, y la Empresa de Servicios Públicos de Santa Marta – Essmar, que lleva casi cuatro años bajo intervención del Gobierno Nacional, no ha dado respuestas efectivas.
Los reportes preliminares de una inspección conjunta entre el DADSA y otras dependencias de la Alcaldía confirman lo que ya salta a la vista: de las cuatro bombas encargadas de evacuar las aguas residuales desde la EBAR Norte, tres están fuera de servicio. La que seguía operando falló hace pocas horas, provocando un nuevo rebosamiento en la zona céntrica.
El nivel de descomposición es tal que ya se perciben vertimientos visibles desde las cámaras de inspección y, pese a la instalación de conexiones entre colectores, el daño no se ha controlado. Lo que era un problema técnico se ha convertido en una nueva pesadilla social y ambiental para samarios y turistas.
“La ciudad no puede seguir naturalizando esta situación”, sentenció con firmeza la administración del alcalde Carlos Pinedo Cuello, que le exigió públicamente a la Essmar activar medidas de contingencia y planes concretos de mitigación. “Se requiere una respuesta real. No más excusas”, se lee en el comunicado oficial emitido por la Alcaldía.
Proceso sancionatorio contra la Essmar
El DADSA abrió un proceso sancionatorio contra la Essmar por los vertimientos ilegales, aunque dejó claro que el objetivo no es castigar, sino forzar acciones inmediatas. “No se trata de sancionar por sancionar, sino de exigirle a la empresa que mantenga sus sistemas y prevenga estas emergencias”, explicó la autoridad ambiental.
A la par, la Alcaldía gestionó ante el Gobierno nacional una inversión por más de 33 mil millones de pesos para la restauración total de la Estación de Bombeo de Aguas Residuales Norte. Según Luis Felipe Gutiérrez, gerente de infraestructura, ya se solicitaron nuevas bombas y se construye un manifold provisional que debería estar listo antes del cierre de las festividades del medio milenio.
“Estamos comprometidos con resolver este problema de raíz. No es justo que Santa Marta, a pocos meses de celebrar sus 500 años, esté sumida en el colapso sanitario”, dijo el funcionario.
No es la primera vez que ocurre. Pero cada vez que pasa, duele más. Porque no se trata solo de aguas servidas en las calles, sino de la dignidad de una ciudad que no debería seguir condenada al rebose. La Santa Marta turística, histórica y resiliente, también merece funcionar.
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