Universitaria recibió un tiro con arma traumática de delincuentes que la robaron


El hecho ocurrió en el barrio Villa del Mar. Aunque no se resistió, los delincuentes le dispararon en la cabeza.

Una joven estudiante universitaria regresaba a casa después de una larga jornada académica. Caminaba sola, como lo ha hecho decenas de veces, en un recorrido que se suponía conocido, casi rutinario. Pero esta vez no llegó con tranquilidad a su hogar, sino con una herida en la cabeza y un trauma que difícilmente podrá olvidar.

El ataque ocurrió a escasos metros de la Universidad del Magdalena, en una calle poco iluminada y con escasa presencia policial. Dos hombres en moto se le atravesaron. No le dieron tiempo ni de pensar: le exigieron sus pertenencias y ella, sin oponer resistencia, entregó su bolso y su celular. Pero no fue suficiente.

Uno de los atacantes sacó un arma traumática y, sin razón aparente, le disparó a quemarropa en la cabeza. El proyectil no penetró su cráneo, pero sí la hirió. “Gracias a Dios el impacto solo la rozó”, dijo un testigo. El golpe fue fuerte, pero la bala de goma no fue letal. El susto, en cambio, dejó marcas más profundas.

La joven fue auxiliada por vecinos que salieron tras escuchar el disparo. Fue trasladada a un centro asistencial, donde los médicos confirmaron que su vida no corría peligro. Sin embargo, el hecho le dejó un profundo miedo por la experiencia.

Según los habitantes del sector, los robos son frecuentes y ocurren especialmente en la noche, cuando las calles quedan desoladas y la oscuridad es cómplice del crimen.

La joven se recupera de la agresión. Vive para contar lo que le pasó, pero también carga con el sinsabor de saber que pudo haber muerto por absolutamente nada. Porque en Villa del Mar, ni siquiera entregar las pertenencias ya no garantiza sobrevivir.


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