Fue asesinado en el colegio Cooedupark, donde oficiaba como vigilante informal. Aunque inicialmente se habló de un intento de robo, hoy las autoridades dudan de esa versión. Su prontuario criminal en Plato revive preguntas sobre las verdaderas causas del crimen.

Los antecedentes de Cristian Rafael Ochoa Ospino eran conocidos por pocas personas del nuevo círculo social sano que acostumbraba. En Plato, Magdalena, su nombre estuvo vinculado al tráfico de drogas y al hurto.

En 2016 fue capturado dos veces: la primera por portar estupefacientes y la segunda por liderar, presuntamente, una banda dedicada a robos en ese municipio. Pese a esos antecedentes, se había instalado en Santa Marta, donde aparentaba llevar una vida tranquila, alejada de los problemas judiciales que alguna vez lo rodearon.

Sin embargo, su pasado volvió a alcanzarlo.

El pasado fin de semana, ‘El Chomo’, como era conocido en redes sociales, fue asesinado en el lote de Cooedupark, ubicado en inmediaciones del barrio El Líbano. Según nuevas versiones, fue atacado con arma de fuego y no cuchillo como se había dicho inicialmente. Delincuentes ingresaron al lugar y le propinaron un tiro en la cabeza.

Las directivas del colegio descartaron rápidamente que se tratara de un robo. Aseguraron que en el lugar no había nada de valor que pudiera motivar un atraco. Esa declaración cambió por completo el enfoque de la investigación. Hoy las autoridades creen que el crimen de ‘El Chomo’ pudo estar relacionado con otras razones: una posible retaliación, un ajuste de cuentas o un conflicto no esclarecido.

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El caso ha generado controversia, especialmente por las circunstancias en las que ocurrieron. Nadie vio o escuchó nada. La mañana del lunes apareció el cuerpo de El Chomo con una herida en la cabeza.

En redes sociales, ‘El Chomo’ también tenía otra cara: era creador de contenidos motivacionales, compartía videos de humor y mostraba cómo, a pesar de su discapacidad (le faltaba una pierna), buscaba salir adelante. Su cuenta “El Chomo Original” tenía buena acogida entre los habitantes del sector.

Pero las dos caras de su vida —la del hombre alegre y resiliente y la del hombre con cuentas pendientes con la justicia— nunca lograron despegarse del todo.

El cuerpo de Cristian fue trasladado a Medicina Legal. Mientras tanto, la Policía Metropolitana y la Fiscalía continúan con la investigación. Las preguntas que hoy se hacen los vecinos y las autoridades son muchas: ¿quién mató a ‘El Chomo’? ¿Por qué? ¿Su muerte fue un mensaje? ¿Un error?

Por ahora, todo sigue en el terreno de las hipótesis.