María Palen, creadora de contenido de bienestar con miles de seguidores, quedó sin movilidad luego de contraer babesiosis, una rara infección transmitida por garrapatas. Hoy libra una batalla médica y económica sin certezas sobre su recuperación.

María Palen, reconocida por sus publicaciones motivacionales sobre ejercicio, bienestar y constancia desde California, vive desde 2024 un giro abrupto en su vida. Su cuerpo, antes símbolo de disciplina y vitalidad, se debilitó a causa de una infección provocada por la picadura de una garrapata.

El diagnóstico fue devastador: babesiosis, una enfermedad poco común que ataca los glóbulos rojos y puede generar daños severos si no se detecta a tiempo.

La situación la dejó sin movilidad. Desde entonces, la también influencer, que por años compartió rutinas y mensajes de superación, documenta desde una silla de ruedas su nueva realidad. En septiembre pasado, reveló en sus redes sociales cómo inició todo: primero fue un malestar leve, luego un dolor progresivo que le impidió continuar con su rutina, hasta que su cuerpo colapsó por completo.

Los exámenes médicos confirmaron que la babesiosis ya había causado estragos. La enfermedad, transmitida por una picadura aparentemente inofensiva, puso en pausa todos sus proyectos. Actualmente, se encuentra en Texas bajo tratamiento médico y fisioterapia intensiva, acompañada por su familia más cercana.

Pero el deterioro físico no ha sido el único obstáculo. Al dejar de producir ingresos por su actividad digital, y al aumentar los gastos médicos, María enfrenta una difícil situación financiera. En enero de 2025, sus allegados activaron una campaña en la plataforma GoFundMe para reunir fondos que le permitan continuar con sus terapias y costear medicamentos.

El panorama médico no es concluyente. Los especialistas han sido claros: hay un 33 % de probabilidades de recuperación total, otro 33 % de mejora parcial y un 33 % de quedar con parálisis permanente. Es un escenario incierto, pero que no ha apagado su ánimo de lucha.

Desde su nueva condición, María sigue compartiendo mensajes, ya no desde la cima de una rutina física intensa, sino desde la cotidianidad de la resiliencia. Su historia se ha convertido en testimonio de los peligros invisibles de ciertas enfermedades, pero también del poder de la voluntad, aun cuando el cuerpo deja de responder.