La Policía de Arizona reveló imágenes del hallazgo de una escena devastadora: una mujer sin vida y su hija recién nacida aún con vida, deshidratada y al borde de la muerte, tras pasar varios días solas. La denuncia de un vecino evitó una tragedia aún mayor.

La puerta del apartamento se abrió tras varios llamados sin respuesta. Del otro lado, los agentes de la Policía de Phoenix se toparon con una escena que difícilmente olvidarán: el cuerpo sin vida de una mujer tendido sobre el suelo, y junto a ella, su hija recién nacida, aún con vida, apenas envuelta en una manta.

El hallazgo, ocurrido en un complejo residencial cerca de la Avenida Central y la Calle Illini, estremeció a la ciudad de Phoenix, Arizona. La alerta la dio un vecino preocupado por la prolongada ausencia de la mujer y su hija, a quienes no veía desde hacía varios días. Su sospecha desencadenó la intervención policial que terminaría revelando una historia tan desgarradora como improbable.

La bebé, de solo días de nacida, había permanecido todo ese tiempo al lado del cuerpo de su madre. En el video difundido recientemente por la policía, grabado con las cámaras corporales de los agentes, se observa a los uniformados irrumpiendo en el lugar y encontrando a la pequeña con señales claras de deshidratación extrema. Apenas se movía. Estaba al borde de la muerte.

“La menor estaba en estado crítico, gravemente deshidratada”, explicó el sargento Brian Bower, vocero de la Policía de Phoenix. Los oficiales actuaron de inmediato. La tomaron en brazos y la trasladaron al hospital más cercano, donde los médicos lograron estabilizarla. La rápida acción de los agentes, según el parte médico, fue clave para salvarle la vida. “De haber tardado más, no habría sobrevivido”, afirmaron los profesionales de la salud.

La investigación sigue en curso. Las causas del fallecimiento de la madre aún no se han determinado y las autoridades forenses continúan analizando la escena y el cuerpo. Tampoco ha sido revelada públicamente su identidad, mientras se notifica a posibles familiares.

La bebé, cuya historia ha causado profunda conmoción en la comunidad, permanece bajo custodia del Departamento de Seguridad Infantil de Arizona. Su estado de salud ha mejorado y ya no se encuentra en condición crítica, según confirmó la policía en un reciente comunicado. “Nos complace informar que la menor está evolucionando favorablemente y se espera una recuperación completa”, indicó el reporte.

Aún no hay claridad sobre su futuro. No se han identificado familiares cercanos que puedan asumir su cuidado, por lo que las autoridades evalúan diferentes opciones de custodia temporal o definitiva.