Conducir ebrio sigue matando: Santa Marta suma otra víctima joven por imprudencia vial


El vigilante del barrio 11 de Noviembre, murió la madrugada de este domingo tras perder el control de su motocicleta en la Troncal del Caribe, sector de Pozos Colorados. Se había desplazado desde una fiesta en estado de alicoramiento.


La madrugada del domingo 29 de junio se tiñó de tragedia en Santa Marta. En el asfalto quedó el cuerpo sin vida de Jhonny José Vargas Fontalvo, un joven vigilante que, como muchos otros, decidió conducir bajo los efectos del alcohol, ignorando las estadísticas y los ruegos de miles de familias que han perdido a sus seres queridos por la misma causa.

Tenía toda una vida por delante. Trabajaba como vigilante y, según allegados, esa noche estaba compartiendo con unos amigos. Luego decidió ir a otra fiesta. Fue allí donde comenzó el trayecto sin retorno.

Pasadas las 3:00 de la madrugada, Jhonny se movilizaba en su motocicleta Boxer gris, de placas FMP-29H, por la Troncal del Caribe. A la altura del sector de Pozos Colorados, tomó una curva que no pudo dominar. Las autoridades presumen que el exceso de velocidad, sumado a un microsueño y el consumo de licor, le hicieron perder el control.

La moto impactó contra una baranda metálica. Jhonny salió expulsado y cayó con fuerza contra el pavimento, quedando boca abajo en la cuneta, sin signos vitales. Vestía una camiseta blanca, pantalón negro y zapatos blancos. El golpe fue mortal. No hubo tiempo para auxilios.

Testigos alertaron a las autoridades. Al sitio acudió la unidad móvil de criminalística del tránsito distrital, que hizo el levantamiento del cuerpo y lo trasladó a la morgue de Medicina Legal en Santa Marta. La motocicleta quedó a un costado de la vía, con señales del fuerte impacto.

Procedimiento judicial 

Jhonny residía en el barrio 11 de Noviembre, y su muerte ha dejado consternados a familiares, amigos y vecinos. Una vida joven se apagó en cuestión de segundos, como ha ocurrido con tantos otros en las carreteras de la ciudad.

En Santa Marta, las cifras de siniestros viales vinculados al exceso de velocidad y la conducción en estado de embriaguez siguen creciendo. Mientras tanto, la ciudad llora otra pérdida, otra silla vacía, otra historia truncada.

Jhonny no volvió a casa. Su historia, como la de muchos otros, se sumó al registro trágico de una ciudad que aún no logra frenar las muertes en sus carreteras.


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