La criatura de seis meses fue hallado con vida entre los restos de su vivienda en la vereda Granizal, tras el desbordamiento de la quebrada La Negra. Es el único sobreviviente de su núcleo familiar.

En medio del lodo, los gritos de angustia y el caos que dejó la avalancha, se alcanzó a escuchar un leve llanto. Era el de un bebé de apenas seis meses, hallado con vida entre los escombros de su vivienda destruida por la fuerza del agua y la tierra en la vereda Granizal, en el límite entre Medellín y Bello.

El pequeño fue rescatado pocas horas después de que el desbordamiento de la quebrada La Negra arrasara con decenas de casas durante la madrugada del 24 de junio. Su familia entera sus padres, Paula Andrea Londoño y Richard Cardona, y sus tres hermanas de 9, 11 y 12 años—quedó sepultada por el alud. Él es el único sobreviviente.

Es un milagro de vida

Según líderes comunitarios, el menor fue encontrado en el mismo lugar donde estaba su casa, protegido parcialmente por los restos de su cuna, la cual sirvió de escudo improvisado frente a la fuerza implacable del desastre.

“Era como si alguien lo hubiera cubierto con las manos. No entendemos cómo quedó vivo”, dijo uno de los rescatistas que ayudó en las labores de búsqueda esa mañana.

Los cuerpos de los padres fueron recuperados entre los restos de la vivienda. La búsqueda de las niñas continúa, mientras las esperanzas de hallarlas con vida se desvanecen con cada hora que pasa.

Su estado de salud es estable

El bebé fue trasladado de inmediato a un centro médico del Valle de Aburrá, donde fue estabilizado y se encuentra fuera de peligro. El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) asumió su custodia mientras intenta ubicar familiares cercanos que puedan hacerse cargo del menor.

La emergencia ha dejado un saldo trágico: al menos 13 personas fallecidas, 11 desaparecidas y más de 1.300 evacuadas. Las autoridades mantienen activa la alerta por riesgo de nuevos deslizamientos y han solicitado a las familias que aún permanecen en zonas inestables evacuar de inmediato.

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La quebrada La Negra, que atraviesa este sector montañoso entre Medellín y Bello, se salió de su cauce tras varias horas de intensas lluvias. En cuestión de minutos, el agua arrastró todo a su paso: casas, árboles, postes, vehículos.

Los organismos de socorro han trabajado sin descanso para remover los escombros y brindar asistencia a los damnificados. La tragedia ha dejado a toda la comunidad sumida en el dolor.

“Sabíamos que había riesgo, pero nunca imaginamos algo así. Esta vereda está destruida”, dijo una vecina que también perdió su casa, aunque logró salir ilesa junto con su esposo.

La historia del bebé ha sido calificada como un milagro en medio de una tragedia que enluta al Valle de Aburrá. Su vida se convierte ahora en símbolo de resistencia y esperanza, mientras cientos de personas buscan cómo reconstruir sus hogares y sus vidas.

Por ahora, él permanece bajo observación médica, sin saber aún que ha perdido a toda su familia. Una historia de dolor, pero también de supervivencia.