A pesar de la brutalidad del hecho y de las pruebas presentadas, el agresor fue dejado en libertad por su avanzada edad, desatando rechazo ciudadano

Un atroz caso de maltrato animal ocurrido en Cúcuta ha generado consternación y rabia entre defensores de los animales y la comunidad del barrio Doña Nidia.

El hecho tuvo lugar cuando un hombre de 84 años colgó por el cuello a su perrita de un árbol, provocándole la muerte. El motivo: el animal había ingerido parte de un plato de sopa que el agresor había dejado descuidado.

Según relataron vecinos, el crimen fue descubierto luego de que escucharan los lamentos del animal en el solar de la vivienda. Minutos después, al acercarse, encontraron el cuerpo sin vida de la perrita —de pelaje negro con beige— colgando de una cuerda atada a la rama de un árbol.

Las imágenes tomadas por los habitantes del sector fueron compartidas en redes sociales y entregadas como evidencia a las autoridades.

El hombre, dueño del animal, se habría enfurecido al notar que el perro se comía su comida, presuntamente en un estado avanzado de desnutrición, y en un acto de violencia desproporcionada, cometió el asesinato. “Fue un acto monstruoso. No es justificable desde ningún punto de vista”, expresó un testigo del barrio.

A la vivienda llegaron unidades de la Policía de Carabineros, quienes atendieron la denuncia e informaron al Grupo Especial para la Lucha contra el Maltrato Animal (GELMA) de la Fiscalía General. El concejal Víctor Caicedo, reconocido por su labor en defensa de los animales, visibilizó públicamente el caso y pidió justicia. “Esperamos que este crimen no quede en la impunidad”, expresó en un video publicado en redes sociales.

Sin embargo, pocos días después, se conoció que el agresor fue dejado en libertad por su avanzada edad, aunque deberá presentarse periódicamente ante un juez.

La comunidad reaccionó con profunda indignación, al considerar que el caso se cerró sin una verdadera sanción, a pesar de que la Ley 2354 (Ley Ángel) contempla penas de hasta 56 meses de prisión para quienes causen la muerte de un animal.

El informe veterinario reveló que en el estómago de la perrita sólo había medio vaso de sopa, lo que sería su único alimento en días recientes. El resultado reforzó la tesis de que el animal sufría hambre extrema.