La deuda mínima fue el detonante de una tragedia familiar en el barrio Mareigua. Jesús Fábregas fue asesinado y su hermano herido tras un ataque armado atribuido a cobradiarios. Su madre clama justicia y advierte el miedo que ahora los consume.

La tragedia tocó a la familia Fábregas. Una deuda de apenas 15 mil pesos, correspondiente —según sus allegados— a una cuota con cobradiarios, terminó en sangre. Jesús Fábregas, de 27 años, fue asesinado a tiros, mientras que su hermano Juan Muñoz resultó herido tras el ataque.

Todo ocurrió en la manzana 21 con carrera 25 en el barrio Mareigua de Valledupar, donde los hermanos fueron emboscados por varios hombres armados. La madre de las víctimas, Isabel Acosta, asegura que su hijo ya había sido amenazado por no poder pagar a tiempo.

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“Todo comenzó por una pequeña cuota de 15 mil pesos. Mi hijo no tenía el dinero en ese momento, pero prometió pagarlo. La respuesta fue brutal: ‘plata o muerte’, le dijeron”, relató entre lágrimas.

Según testigos, la agresión inició cuando Juan fue golpeado por los presuntos cobradiarios. Jesús intervino para defenderlo, y en ese instante uno de los atacantes le disparó varias veces.

Fue trasladado con urgencia a un centro asistencial, pero un impacto de bala en el abdomen acabó con su vida. Su hermano recibió un disparo en el brazo derecho y, aunque se encuentra fuera de peligro, permanece bajo observación médica.

La escena fue devastadora. El cuerpo de Jesús quedó tendido frente a su casa, mientras su madre gritaba desconsolada. La violencia dejó más que un muerto: desató una ola de dolor y temor entre los vecinos.

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“Lo acribillaron sin piedad. Lo mataron por una deuda insignificante. Dejaron una familia destruida, unos niños huérfanos y un dolor que no se puede explicar”, denunció Isabel quien no dudó en dar los nombres de los supuestos asesinos.

“Se llaman Deivis y Luis Almenares, son hermanos que se dedican al oficio de cobradiario. Su jefe es Rafa”, dijo la mujer en su clamor de justicia.

El crimen dejó al descubierto una vez más la problemática que azota a los barrios más vulnerables de Valledupar: el actuar impune de los cobradiarios, que prestan pequeñas sumas de dinero con intereses diarios y mecanismos de cobro violentos.

“Mi hijo no merecía morir así. No pueden seguir matando a la gente por tan poco. Que este crimen no quede impune”.

La Policía confirmó que ya se adelanta una investigación para dar con los responsables.