Del colegio público a la Universidad del Magdalena: así transforma la alcaldía el futuro de jóvenes en Santa Marta


La entrega de computadores a los primeros beneficiarios del programa Talento Santa Marta evidencia más del impacto de la alianza entre la Alcaldía de Santa Marta y la Universidad del Magdalena para cerrar brechas educativas y transformar vidas.

Cuando Santiago Angarita Mendoza tomó el micrófono en la Universidad del Magdalena, no habló como estudiante común. Habló como alguien que vio de cerca el abismo de las oportunidades negadas y, que ahora ve una realidad totalmente diferente al poder iniciar una carrera universitaria de forma gratuita y con muchos beneficios.

Como él, otros 180 jóvenes de colegios públicos de Santa Marta recibieron esta semana computadores portátiles, símbolo y herramienta de una nueva etapa: la educación superior como camino de lo posible.

El acto fue el resultado del programa ‘Talento Santa Marta’, una iniciativa que nació de la alianza entre la Alcaldía Distrital y la Universidad del Magdalena. Desde finales de 2024, este programa comenzó a seleccionar a los mejores egresados de colegios oficiales, con base en sus resultados en las Pruebas Saber 11, y les ofreció ingreso directo a programas de pregrado, con múltiples beneficios y garantías para sostener su formación profesional.

Los perfiles de los futuros profesionales

De los 255 jóvenes seleccionados en la primera convocatoria, 181 ya cursan el primer semestre. El resto se encuentra en un proceso de nivelación para iniciar clases a mitad de año. Son adolescentes en su mayoría de sectores vulnerables, incluso de zonas rurales como Bonda y Guachaca. 25 de ellos provienen directamente del campo.

El alcalde Carlos Pinedo Cuello, quien apoyó de manera decidida la iniciativa de la Unimagdalena, encabezó el evento y calificó el programa como una de las banderas de su administración:

“Estamos transformando vidas, transformando familias en las zonas más apartadas. Esto es lo que se logra con un trabajo en equipo”, dijo durante la entrega de los equipos.

Por su parte, el rector de la Universidad del Magdalena, Pablo Vera Salazar, no ocultó la emoción de ver por fin una política pública local que cree en la educación superior como motor de cambio:

“Tuvimos que esperar 12 años para que una administración distrital entendiera lo que representa la universidad para la ciudad. Gracias, alcalde, por hacerlo realidad.”

Santiago, estudiante de primer semestre, lo resumió todo en pocas palabras:

“He vivido en el barrio El Pantano y cometí errores. Pero cuando uno quiere cambiar, aparecen oportunidades. Esta es la mía. Esta es la de muchos como yo.”

El programa, contemplado en el Plan de Desarrollo Distrital, proyecta duplicar el número de beneficiarios a 500 estudiantes en el próximo semestre. La educación, en Santa Marta, empieza a dejar de ser un privilegio para convertirse en un derecho con garantías reales.


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