Durante su puesta en escena en el XVIII Festival de la Galleta de Soda y el Diabolín, la cantante vallenata expresó su rabia por el hurto de su teléfono.

La noche del domingo, en pleno desarrollo del XVIII Festival de la Galleta de Soda y el Diabolín, en el municipio de Purísima, Córdoba, la presentación de la cantante Ana del Castillo se vio interrumpida por una situación que rápidamente se volvió viral.

La artista denunció desde el escenario la pérdida de su celular y, en medio del malestar, acusó al público de haberlo robado.

“¡Nunca pensé que el pueblo purisímero fuera ladrón! Lo único que quiero es que aparezca mi teléfono, nojoda”, expresó con evidente molestia, mientras el público, sorprendido, escuchaba en silencio.

La artista pidió a los presentes que, si alguien encontraba el aparato, lo devolviera sin temor a represalias: “Yo los perdono, no soy capaz de meter un puño y la seguridad tampoco, pero necesito el teléfono, nojoda”.

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El hecho, registrado en video por algunos asistentes, desató reacciones inmediatas. Lo que debía ser una noche de celebración terminó empañado por las acusaciones, que fueron rechazadas por los organizadores del festival y líderes de la comunidad.

Uno de ellos, el representante local Víctor Rafael López Gonzáles, afirmó que las palabras de la cantante eran injustas y desproporcionadas. Según explicó, tras revisar las grabaciones del evento, se constató que el celular no fue robado, sino que se cayó en una zona restringida a la que solo tenía acceso el equipo técnico de la artista.

“El pueblo de Purísima es respetuoso, hospitalario y amante de su cultura. Lamentamos profundamente que una figura pública generalice de esa forma y dañe la imagen de una comunidad entera”, expresó López Gonzáles.

El incidente terminó opacando una de las celebraciones culturales más importantes de la región, que durante años ha sido motivo de orgullo para los habitantes de Purísima y punto de encuentro para turistas y locales