Ana del Castillo se metió al agua en Pozo Azul y armó su show natural: “¡Qué vaina tan bacana!”


Por un momento, Minca fue escenario de una show improvisado, sin micrófono ni tarima, pero con el alma encendida de la cantante vallenata.

La cantante vallenata, conocida por su voz potente y su carácter espontáneo, sorprendió a propios y visitantes con una visita inesperada al balneario Pozo Azul, un rincón de aguas frías que baja desde la Sierra Nevada hasta las entrañas de Santa Marta.

Sin protocolo, sin maquillaje de estrella y con la energía que la hace inconfundible, Ana se sumergió en el río como una más del parche. “¡Qué vaina tan bacana!”, exclamó entre risas mientras se zambullía en el agua cristalina, dejando atrás la ropa y poniéndose una particular pantaloneta que le prestaron en el lugar.

Allí no hubo poses ni restricciones: la intérprete de Te vas en peo bailó, bebió trago, posó para fotos con fanáticos, bromeó con todos los presentes y hasta lanzó unos cuantos de sus ya famosos comentarios espontáneos, esos que hacen reír sin esfuerzo.

“Abierta, alegre y popular”, así se mostró Ana en este paseo improvisado que terminó siendo una fiesta natural. Su presencia iluminó el paisaje verde de Minca y dejó a muchos con una anécdota para contar. Porque no todos los días se comparte un chapuzón con una de las voces más potentes del vallenato actual.

Algunos de esos momentos fueron compartidos por la propia artista en sus historias de redes sociales, donde sus seguidores celebraron su cercanía y su autenticidad. Ana del Castillo, como siempre, sin filtro ni libreto, solo siendo ella: intensa, carismática y sin miedo al qué dirán.


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